Ebrios pelearon en el mercado, por eso durmieron en barandilla
Por reñir en el mercado central Baltasar R. Leyva Mancilla, dos ebrios fueron capturados por la Policía Preventiva y encerrados en las frías celdas de barandilla.
Los rijosos son Mario Martínez Vargas, de 45 años de edad, con domicilio en la calle 13 de Agosto, y Catalino Casarrubias Rodríguez, de 57 años de edad, vecino de la calle principal, en la colonia Sección Séptima.
Eran las 22:30 horas, cuando comerciantes de la Nave 4 del mercado central les reportaron que dos personas que se encontraban alcoholizadas reñían y uno de ellos ya sangraba de la cara.
Los policías se trasladaron hasta la Nave 4 del mercado en donde lograron atrapar a los rijosos, percatándose que era Mario Martínez Vargas quien ya andaba como el “caballo blanco”, es decir “traía el hocico sangrando”.
Los peleoneros fueron remitidos a la delegación de la barandilla, quedando a disposición del juez calificador y cerca de las siete de la mañana Catalino Casarrubias Rodríguez recobró su libertad, luego de que sus familiares acudieran y pagaron la multa de 350 pesos, mientras que el lesionado continuaba tras las rejas (ANG).
Los rijosos son Mario Martínez Vargas, de 45 años de edad, con domicilio en la calle 13 de Agosto, y Catalino Casarrubias Rodríguez, de 57 años de edad, vecino de la calle principal, en la colonia Sección Séptima.
Eran las 22:30 horas, cuando comerciantes de la Nave 4 del mercado central les reportaron que dos personas que se encontraban alcoholizadas reñían y uno de ellos ya sangraba de la cara.
Los policías se trasladaron hasta la Nave 4 del mercado en donde lograron atrapar a los rijosos, percatándose que era Mario Martínez Vargas quien ya andaba como el “caballo blanco”, es decir “traía el hocico sangrando”.
Los peleoneros fueron remitidos a la delegación de la barandilla, quedando a disposición del juez calificador y cerca de las siete de la mañana Catalino Casarrubias Rodríguez recobró su libertad, luego de que sus familiares acudieran y pagaron la multa de 350 pesos, mientras que el lesionado continuaba tras las rejas (ANG).
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