De la escuela Chivas dos capitalinos buscan la fama
Aprovechando el descanso que les dio la Fecha FIFA, Luis Alberto Hernández Ramírez y Daniel Suástegui Molina, dejaron su concentración con Chivas y Pachuca, respectivamente, dándose un espacio para visitar el campo de fútbol “Efraín Flores Mercado” de La Ciénega y recordar los momentos de gloría que tuvieron con
el equipo Chivas Real Chilpancingo. Entrevistados por separado, primeramente Beto Hernández, con su 1.75 Mts. y sus 68 kilos de peso, se dice contento con su desempeño hasta el momento en su participación con la Sub-17 de Chivas, hay que recordar que nuestro paisano inició en la Tercera División, contabilizando hasta el momento en el Torneo Apertura nueve partidos jugados con el número 100 en el dorso.
El bien recordado mediocampista, comenta seguir con la misma ilusión con la que llegó a Guadalajara, “la esperanza ahí está. Redobló esfuerzos día a día para poder completar mi sueño de llegar a la Primera División”. Añade que la competencia por un lugar en el máximo circuito a pesar de estar muy contendida “no me quita el sueño. Sé lo que lo tengo y hasta donde me puede alcanzar””; refiere el caso de Erick ‘Cubo’ Torres, quien ya está en el primer equipo cuando ambos jugaron juntos en la Sub-17. Hernández Ramírez adelanta que por parte del Club rayado recibe hospedaje, alimentación, estudios –Bachillerato- y una beca, “y la oportunidad de jugar”, dice entre risas. Invita a los niños y jóvenes para que sigan soñando, “los sueños se pueden convertir en una realidad, siempre y cuando cada quien ponga su parte”.
Por otra parte, quién no recuerda la espigada figura del zaguero central Daniel Suástegui Molina? Pues bien, para los que no se enteraron “Suas” recibió una convocatoria del Club Pachuca y de inmediato se enroló en la Sub-17, aunque también ya vio acción en el equipo de Segunda División. Mostrando su playera con el número 54, el defensa de 1.77 Mts. de estatura confirma que fue en un torneo nacional al que asistió con la casaca de Chivas Chilpancingo en donde fue detectado por gente de Pachuca, “me invitaron, posteriormente me hablaron para hacerme unas pruebas y gracias a Dios me quedó en el equipo”. Al igual que Beto Hernández, Daniel Suástegui recibe por parte del cuadro tuzo casa-club, alimentación, estudios –bachillerato- y una beca, esperando también la oportunidad de brincar al primer equipo pachuqueño.
“La competencia es muy fuerte aquí en Hidalgo; muy difícil. Le tengo que echar muchas ganas y superarme día a día. Pachuca es un club donde llegan muchos jugadores no tan solo del país, sino también del extranjero, entonces no hay más que echarle ganas”, comenta DSM. No quiso despedirse sin agradecer a sus padres Rosalío Suástegui y Aída Molina el apoyo incondicional otorgado en sus metas; de igual forma a Diego Díaz Padua, mandamás en Chivas Chilpancingo por su valioso aporte en su formación deportiva. Por último, invitó a niños y jóvenes “para que le metan. Esta es una profesión muy linda en la que hay satisfacciones y también tristezas”.
el equipo Chivas Real Chilpancingo. Entrevistados por separado, primeramente Beto Hernández, con su 1.75 Mts. y sus 68 kilos de peso, se dice contento con su desempeño hasta el momento en su participación con la Sub-17 de Chivas, hay que recordar que nuestro paisano inició en la Tercera División, contabilizando hasta el momento en el Torneo Apertura nueve partidos jugados con el número 100 en el dorso.
El bien recordado mediocampista, comenta seguir con la misma ilusión con la que llegó a Guadalajara, “la esperanza ahí está. Redobló esfuerzos día a día para poder completar mi sueño de llegar a la Primera División”. Añade que la competencia por un lugar en el máximo circuito a pesar de estar muy contendida “no me quita el sueño. Sé lo que lo tengo y hasta donde me puede alcanzar””; refiere el caso de Erick ‘Cubo’ Torres, quien ya está en el primer equipo cuando ambos jugaron juntos en la Sub-17. Hernández Ramírez adelanta que por parte del Club rayado recibe hospedaje, alimentación, estudios –Bachillerato- y una beca, “y la oportunidad de jugar”, dice entre risas. Invita a los niños y jóvenes para que sigan soñando, “los sueños se pueden convertir en una realidad, siempre y cuando cada quien ponga su parte”.
Por otra parte, quién no recuerda la espigada figura del zaguero central Daniel Suástegui Molina? Pues bien, para los que no se enteraron “Suas” recibió una convocatoria del Club Pachuca y de inmediato se enroló en la Sub-17, aunque también ya vio acción en el equipo de Segunda División. Mostrando su playera con el número 54, el defensa de 1.77 Mts. de estatura confirma que fue en un torneo nacional al que asistió con la casaca de Chivas Chilpancingo en donde fue detectado por gente de Pachuca, “me invitaron, posteriormente me hablaron para hacerme unas pruebas y gracias a Dios me quedó en el equipo”. Al igual que Beto Hernández, Daniel Suástegui recibe por parte del cuadro tuzo casa-club, alimentación, estudios –bachillerato- y una beca, esperando también la oportunidad de brincar al primer equipo pachuqueño.
“La competencia es muy fuerte aquí en Hidalgo; muy difícil. Le tengo que echar muchas ganas y superarme día a día. Pachuca es un club donde llegan muchos jugadores no tan solo del país, sino también del extranjero, entonces no hay más que echarle ganas”, comenta DSM. No quiso despedirse sin agradecer a sus padres Rosalío Suástegui y Aída Molina el apoyo incondicional otorgado en sus metas; de igual forma a Diego Díaz Padua, mandamás en Chivas Chilpancingo por su valioso aporte en su formación deportiva. Por último, invitó a niños y jóvenes “para que le metan. Esta es una profesión muy linda en la que hay satisfacciones y también tristezas”.
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