Se daban un “agasajo” mero como el Güilliam Levy y la María Desamparada



Por querer ahorrarse los 200 pesos del hotel, un taxista y su noviecita fueron detenidos la madrugada de ayer cuando ambos se acomodaban en los asientos traseros del taxi en el que él trabaja, para hacer quién sabe qué cosa, allá por la calle principal de la colonia Ignacio Manuel Altamirano.

El ahorrativo y calenturiento taxista es Merari Zuriel Sánchez Rodríguez de 20 años de edad, con domicilio en la calle principal de la colonia "6 de Julio", conductor del taxi número económico 325, mientras que su noviecita es Marisol Salazar Ezequiel, de 24 años de edad, con domicilio en la calle "Héroes de Guerrero" de la colonia "Ignacio Manuel Altamirano" de esta capital.
Eran cerca de las dos de la madrugada cuando al hacer su recorrido de rutina, los policías municipales pasaron por la calle principal de la colonia "Ignacio Manuel Altamirano" y se percataron que el taxi 325 de la marca Nissan tipo Tsuru estaba estacionado en un predio baldío.
Como les pareció sospechoso, los azules se acercaron a investigar, pues cabía la posibilidad de que estuviera abandonado, sin embargo, al acercarse se encontraron que una parejita estaba en el asiento trasero prodigándose mucho amor.
Los casos y pudorosos policías no daban crédito a lo que veían y espantados que son, inmediatamente les marcaron el alto a los calenturientos a quienes trasladaron a la delegación de barandilla, de donde la jovencita fue liberada a las siete de la mañana mientras que el galán todavía estaba encerrado más allá del medio día en espera de que algún familiar acudiera a pagar la multa. (ANG).

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