Llueven quejas contra la farmacia del hospital capitalino del ISSSTE

Derechohabientes del servicio médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se quejaron del servicio que se presta en la farmacia de la clínica hospital de esta capital, donde el día de ayer para surtir una receta tardaron hasta cuatro horas.
Una mujer que para evitar represalias solamente dijo llamarse Cinthia, indicó que llegó a consulta a las 8 de la mañana y a las 8 y media se encontraba formada para surtir la receta médica sin embargo la fila salía del edificio, por lo que su estancia en el hospital se prorrogó hasta las 12 del día.
Lo peor del caso es que en la farmacia no contaban con el medicamento que le fue recetado, por lo que le dieron fue un vale para ir a la farmacia que se encuentra afuera de la tienda del ISSSTE, donde tras otra fila un poco menor le indicaron que tampoco tiene en existencia el producto pero que lo tendrán el próximo viernes.
Las quejas de los pacientes que no recibieron su medicamento fueron muchas incluso de personas que viajaron de comunidades alejadas de la capital a recibir atención y lo que recibieron fueron sólo vales que en nada les alivian.
Una mujer proveniente de la comunidad de Almolonga Municipio de Tixtla indicó que vino el viernes a consulta, y le recetaron una pomada de nombre “Aloid” que es un antimicótico indicado en infecciones leves de la piel, mismo que no hubo y le dieron su vale para surtirlo en la receta de la tienda, pero tampoco lo hubo, así que le pidieron regresar este día y aún no terminaba de recorrer la cola para saber si ya había medicamento o se regresaría nuevamente a su pueblo sin la atención.
Otra mujer que dijo llamarse Martha Cuevas, indicó que a un familiar suyo que vive en Chilapa le realizaron una operación para cortarle el pié, y le recetaron un medicamento de nombre Metroprolol, y no se lo han podido surtir desde la semana pasada, por eso dijo que este día cuando llegara a la ventanilla se detendría ahí hasta que se lo den pues es su obligación abastecerlo y si no lo tienen conseguirlo, “no es justo estamos pagando cada vez más, nos acaban de subir nuevamente los descuentos y el servicio cada vez es peor”. (Abel Miranda Ayala)