La madre de una menor se querella públicamente contra el Juez de Paz

Jovita Vázquez Solano, madre de una adolescente que se vio envuelta en problemas legales, hizo pública, en conferencia de prensa su inconformidad con el actuar del Juez de Paz, Alejandro Hernández Leyva quien, según ella, la hizo pagar una fianza para evitar que su hija fuera encarcelada, lo cual de todas formas ocurrió, por aproximadas 24 horas.
La indignada Jovita Vázquez, relató a periodistas que haca aproximados seis meses su hija, Dulce María González Vázquez, de 14 años de edad, sostuvo una riña callejera con otra adolescente, cuya familia (evidentemente) formalizó denuncia en contra de Dulce María, mientras que esta y sus familiares creyeron que el asunto no había pasado a mayores.
No fue así, el pasado primero de febrero policías ministeriales detuvieron a Dulce María y la turnaron ante el Juez de Paz, Alejandro Hernández Leyva, estando la menor, según su madre, detenida en el Centro de Readaptación Social de esta capital.
El juez impuso a la menor de edad el pago de una fianza por la cantidad de dos mil quinientos pesos, misma que fue pagada, logrando con ello la liberación de la jovencita, a quien se habría indicado que seis días más tarde debería presentarse en el juzgado a firmar unos documentos.
Sin embargo, llegada la fecha, la menor acudió al juzgado acompañada de una de sus tías, pues su madre estaba trabajando y segura que ya no habría problemas: El caso es que ya en ese lugar, la secretaria de acuerdos del Juzgado de Paz, Berenice Jáuregui Alarcón, les dijo que tendrían que acompañarla al Albergue Tutelar.
Así lo hicieron, trasladándose en el automóvil de la propia Berenice, quien al llegar al Albergue Tutelar indicó a la tía de la menor que esperara afuera del inmueble, mientras que ella y Dulce María entraban a realizar unos trámites.
Pasadas dos horas la abogada salió del Albergue y cuando la tía de la menor preguntó donde estaba Dulce María, la abogada le respondió que internada, en calidad de detenida.
Jovita Vázquez agregó en su relato que, al día siguiente ella acudió al Albergue Tutelar a exigir información referente a la situación legal de su hija, y que ahí le informaron que podía llevársela en ese momento, dado que el delito de que se le acusa, que es el de lesiones, no es grave, ya que las lesiones en cuestión fueron certificadas como de las que no dejan huella visible y tardan en sanar menos de 15 días.
Asegura que al relatar al personal del Albergue que a su hija, cuando la detuvieron la primera vez, la llevaron al CERESO y que el Juez de Paz le impuso el pago de una fianza, le dijeron que “la niña jamás debió pisar el reclusorio”.
Terminó relatando que al encarar al Juez de Paz para reclamarle porque su hija fue encarcelada 24 horas, pese a haber pagado la fianza, el juez le respondió que ese dinero está depositado en el expediente y se negó tanto a devolver ese dinero como a expedirle un recibo del mismo. Lo cual considera injusto, por lo que públicamente pide que los superiores del Juez de Paz intervengan para remediar la injusticia, en caso de que se compruebe que se cometió alguna. (Abel Miranda Ayala)

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