Entrevista a Daniel “Chilpo” Suárez, ejemplo de Tezón

A sus escasos 18 años, los cuatro últimos dentro del Club Santos Laguna de la Primera División Nacional del Fútbol Mexicano, Daniel ‘el chilpo’ Suárez Miranda no ceja en su intención de llegar al primer equipo y como dice coloquialmente “el chiste es estar dentro de la olla porque así en cualesquier momento se dan las cosas”. Entrevistado mientras observaba un juego final de mujeres en el graderío de la cancha “Caritino Maldonado Pérez” de la Liga Los Ángeles de esta ciudad capital, nuestro paisano no se niega a la entrevista
mientras suspira viendo el campo en donde dio se dio a conocer con el entonces Tigres ERC. Hace remembranza del ayer y añade que inició jugando con un equipo de la Colonia del PRI, “éramos remalísimos, creo que por eso siempre perdíamos –risas- y por esa situación cada quien jaló por su lado.
De ahí entré al Tigres ERC, fui a unas pruebas al Pachuca y volví a las Lomas del Poniente a jugar”. “Hace cuatro años un amigo de aquí, pero que vive en Torreón me invita a probar suerte al Club Santos Laguna; lleno de ilusiones me voy a la aventura con mi papá. Desafortunadamente no era tiempo de visorias y dado que no conocíamos a nadie, irremediablemente tendríamos que regresar”, dice. La suerte jugó su papel y por azares del destino antes de venirse le dieron una prueba de dos semanas, tras lo cual los instructores le notificaron que podía quedarse, pero…. la Casa Club era para mayores de 15 años y ¡él solo tenía 14¡. Nuevamente su buena estrella apareció en la persona de un directivo Tuzo quien ofreció ayudarlos. Y así desde esa fecha ha pasado por diferentes categorías, Sub-15, Tercera División, Sub-17 y actualmente la Sub-20, la cual es la antesala del primer equipo de Santos Laguna.
Le quedan seis meses de contrato del último que firmó, pero augura que a principios de años renovará en otros términos. A pesar de estar en plena juventud, Suárez Miranda no distrae su mente en tantas cosas que tiene al alcance, “fui a jugar fútbol y mi meta es estar en el primer equipo”, refiere enfático, “y solo con trabajo y más trabajo se logran las cosas, no hay de otra”. Cabe destacar, que a la par de su afición al fútbol, estudia Entrenamiento y Administración Deportiva. No quiso despedirse sin agradecer “a mi Padre Dios, quien me da la oportunidad de estar con vida y seguirle echando ganas; a mis padres Raúl Suárez Martínez y Venus Miranda Ayala, quienes no dejan de alentarme en esta difícil profesión, y bueno, a todos los que me han ayudado, ellos lo saben y se los agradezco de corazón.

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