El artista guerrerense Nicolás de Jesús expone su obra en los “Yunaites Estates”

La obra del pintor indígena Guerrerense Nicolás de Jesús, recibió críticas favorables en el periódico estadounidense The New York Times, donde se publicó una entrevista con el artista plástico y una reseña de la exposición que se montó en el museo de arte Neuberger titulado “La Ironía de los Esqueletos”.
La obra de Nicolás de Jesús, se ha expuesto en diversas partes de Europa, Estados Unidos de Norteamérica y en las principales galerías de nuestro país, son grabados en los que los seres humanos se representan con esqueletos y presentan temáticas que tiene que ver con tradiciones populares, la migración ilegal al vecino país del norte, y la corrupción que prevalece en nuestro país.
La nota periodística está firmada por la reportera Susan Hodara quien tiene una muy buena reputación en el tratamiento de temas que tienen que ver con el arte y la cultura y destaca de la obra del artista guerrerense además de los grabados, el papel sobre el que están estampados, pues se trata de papel amate, que son lienzos elaborados a mano son una técnica ancestral que utilizaron culturas prehispánicas para la elaboración de manuscritos sagrados.
Nicolás de Jesús es oriundo de la localidad de Ameyaltepec municipio de Eduardo Neri (Zumpango), que se encuentra sentada en las márgenes del río Balsas en una zona indígena Nahuatl.
La publicación indica que la exposición está compuesta por una selección del autor de 1990 a 2009, a su vez, relata que a Nicolás de Jesús le enseñó la técnica su padre cuando tenía sólo ocho años en Ameyaltepec y de acuerdo al propio guerrerense “saber que mis ancestros utilizaban esta técnica desde la época prehispánica, me hizo valorarlo”.
Entonces la periodista anota que Nicolás de Jesús, además de retratar los rituales cotidianos de las comunidades indígenas, como lo es el Día de Muertos que se celebra en México los días uno y dos de noviembre. También aborda temas políticos como la migración y la corrupción.
Explica que cinco de sus trabajos que se presentan en el museo fueron creados en 1990 durante la estancia de Nicolás de Jesús en Chicago. Otra vitrina muestra ocho pequeños grabados que incluyen imágenes eróticas entre esqueletos.
En el grabado, Los Olvidados, por ejemplo, docenas de esqueletos incluidos algunos perros inundan el primer plano de camino a la celebración del día de muertos, a la distancia, algunas calaveras tocan instrumentos musicales en un panteón. Y en una parte separada, un esqueleto espía en cuclillas como al interior de una cabaña, una pareja hace el amor.
Otras dos obras situada en Ameyaltepec, pueblo situado en la zona del Alto Balsas en donde la mayoría de su población es indígena, denominadas Pintores y Procesión al Cielo, muestran la casa de infancia de Nicolás de Jesús y sobresale porque aquí sus personajes no son esqueletos.
La obra de Nicolás de Jesús, indica el New York Times ha sido presentada en Chicago, Paris, Singapur y Montreal y de acuerdo al experto en arte, Giasson, “el trabajo de Nicolás de Jesús reta a la vanidad y con su ironía recuerda al hombre que en la muerte todos somos iguales”. (Abel Miranda/enviado)

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