CONCIENCIA CIUDADANA

Por:  Por Raúl Méndez Díaz

 ¡AAARRRAAANCAAAN!

 El handicap de la política guerrerense, prácticamente arrancó con el registro oficial de los candidatos a la gubernatura del estado. Por todos es conocido que Ángel Aguirre Rivero y Manuel Añorve Baños, son los favoritos de la carrera y se espera una competencia muy cerrada con un final de fotografía.
El calentamiento previo ha estado muy tenso, con un tono muy subido de “dimes y diretes” y de guerra sucia, que de seguir así, podría desbordar las pasiones de los equipos de ambos competidores, con el riesgo de llegar al enfrentamiento físico, lo cual no sería nada bueno ni deseable.
Los señalamientos de traición y deslealtad, han sido el pan de cada día para militantes y simpatizantes que han decidido apoyar a otro candidato distinto al de su afiliación partidista, sin embargo, en realidad eso es una forma de tratar de justificar los errores cometidos por las dirigencias de los partidos y buscar a quienes endilgarles la culpa, ya que si de traiciones y deslealtades se trata, son las propias dirigencias partidistas las primeras en cometerlas en contra de sus militantes y simpatizantes, por no tomarlos en cuenta e ignorarlos en la selección de los candidatos, ya que como siempre, eso se hace con decisiones cupulares y por supuesto, la gente ha llegado al hartazgo de tales mecanismos y prefieren “votar por la persona” en lugar de hacerlo por el partido.
Además, las dirigencias deben tener mucho cuidado con eso, porque se les podría revertir el “castigo”, ya que obligar o forzar a votar por un candidato determinado, constituye un delito electoral. La ciudadanía tiene la facultad de elegir libremente el destino de su voto, por eso es libre y secreto. La tradicional “disciplina partidista” ha sido manipulada a conveniencia y se ha utilizado como instrumento de chantaje, pero la misma ciudadanía, le está poniendo el alto a ese tipo de prácticas que lesionan la democracia. La ciudadanía ya no está dispuesta a “disciplinarse” apoyando a candidatos que no son de su agrado y que conste, estas referencias tienen que ver con los dos candidatos mencionados, porque tanto con uno como con otro, se manifestaron inconformidades por sus designaciones.
Por tanto, lo más sano sería que la contienda electoral cambiara de tono, dejando a un lado las descalificaciones, para privilegiar el respeto y tener un proceso en paz, de altura y de buen nivel, que enaltezca a los guerrerenses y que gane el candidato que mejor campaña realice; el que conozca mejor los problemas y que tenga las mejores propuestas de solución; el que conozca mejor el territorio estatal; el que tenga mejor trayectoria política y que sea más conocido por la gente; el que tenga mejor carisma y personalidad; el que tenga mejor equipo político; el que tenga mejor credibilidad; el que tenga mejor apertura y pluralidad; el que sea más humilde y respetuoso; el que tenga mejor discurso; el que tenga mayor calidad moral; el que convenza más y mejor.
Son muchos los aspectos que la ciudadanía habrá de evaluar y calificar para emitir su voto. A la ciudadanía ya no se le engaña fácilmente, ahora está bien informada y ya no se le juega el dedo en la boca con falsas promesas ni se le convence con descalificaciones, de eso ya está cansada y hastiada. En este handicap ganará el mejor jinete con el mejor caballo. ¡AAARRRAAANCAAAN!
“TODOS POR UNA MEJOR CONCIENCIA CIUDADANA.”

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